sábado, 25 de julio de 2009

Centros Comerciales


El otro en una cena estuvimos todos comentando nuestras peripecias con las grandes empresas de este país que atropellan al humilde consumidor: mal servicio de entrega o instalación de muebles, barbaridades de los call centers de empresas de telefonía o internet, locuras de los bancos que te pisan y destrozan a pequeña escala como todos sufrimos y a gran escala como todos vemos y padecemos y luego salen indemnes o reforzados.

Bueno, da para escribir un libro. Y algunos tenemos la firme convicción utópica de que si tuviéramos el dinero (y por tanto el tiempo) suficiente, nos dedicaríamos a la cruzada de hacer justicia en los tribunales contra estos imperios del monopolio...

En particular, hoy vamos a un centro comercial, donde pone "Si compras 12 botellas de 2 litros de cocacola, te llevas un regalo". Compramos 14 botellas de 2 litros de cocacola, 2 packs de 4 y 1 pack de 6, y al ir a caja central a solicitar el regalo prometido, nos encontramos con lo de siempre: el juego sucio de la publicidad engañosa, de la oferta con trampa, del reclamo traidor. Que no, que es para botellas sueltas, no para packs. El problema es que el matiz de "botellas sueltas" no lo pone en ningún sitio, y la señorita tiene la desfachatez de insistir con soberbia sacando el catálogo como si fuera la biblia (que no dice nada de sueltas o atadas) e incluso mentir diciendo que sí lo pone en el lineal (mentira). Le digo que no lo pone, y que yo tengo no doce, sino catorce botellas, y que me den el cutre-regalo. Y la tía dice que no le grite (yo es que hablo con potencia y proyección habitualmente, la chica es un poco susceptible y muy sensible) y se va, que no me atiende. Como hay otras dos señoritas, digo que quiero hablar con la encargada, y yo pensaba que iban a hacer piña y pasar de mí, pero no, llaman a la encargada. Viene la encargada, que tiene muchas más tablas, mejores formas y más inteligencia (para eso es la encargada, por una vez), y claro, no puede negar mi razonamiento y tiene que darme el cutre-regalo, muy a su pesar. Le digo que le sugiero:
-que hable con la susodicha señorita, que para estar de cara al público hay que ser menos soberbia y tener más razones
-que yo si me responden con más amabilidad y honestidad y menos gilipolleces "porque sí", soy un encanto, pero si no, soy tajante e inexpugnable
-que este centro comercial siempre hace lo mismo, dios me libre de sugerir que lo hace con malas intenciones, pero siempre le pasa igual: al menos la mitad de las veces que voy (y voy todas las semanas), algo pasa: una oferta confusa, un artículo mal etiquetado, una etiqueta mal puesta, un error en caja (a ver si adivináis a favor de quién...). El caso es que siempre son problemas de 1, 2 ó 5 euros, nada demasiado relevante como para perder mucho tiempo, llevarse muchos disgustos o incluso volverse desde casa si te das cuenta tarde, pero lo suficiente para obtener una buena partida de ingresos atípicos y extraordinarios, que seguro que figuran en la cuenta de resultados...

En fin, otras veces no, pero hoy sí, hoy hemos ganado: aunque el pack llevaba un supuesto descuento adicional, como en ningún sitio decía que las botellas a comprar para obtener el regalito tenían que ser sueltas, como yo tenía -no doce- sino catorce botellas, yo me llevo el regalo aunque tenga que hablar con zp, berlusconi y mazinger.

Mañana disfrutaremos del regalito en la piscina.

miércoles, 15 de julio de 2009

Uniformes


Esto de los uniformes en los colegios tiene sus pros y sus contras. Están los que dicen que es mejor, que no hay que pensar qué ponerles, que así van todos iguales y no hay diferencias o marquismos. Por otro lado, uno puede hacerse sus propias combinaciones con ropa normal, ya por defecto, evitando tener que pensarlo, si no quiere pensarlo. Es verdad que van todos iguales y no hay marquismo; claro que hay uni-marquismo, hay que comprar lo que hay que comprar, se fomenta la no competencia y los precios de los uniformes dan para comprar ropa de la mejor marca. Y por último, la ropa normal se puede poner fuera de cole. El uniforme no, y hay que tener ropa de la otra también. Y claro, los niños crecen rápido y la ropa se queda en desuso...

En fin, 300 euracos, y con descuento. Me parece un poquitito exagerado.

viernes, 3 de julio de 2009

14 puntos en la carne


1. Aprobé el teórico a la tercera, porque las dos primeras tuve 2 fallos en el primer bloque de 12 preguntas y 0 en el segundo de 28 preguntas, y no les pareció suficiente. Además, en la segunda convocatoria me dio la impresión de que no tenía dos mal, y apunté mis respuestas en la mano, que corroboré con mi profesor, pero no hubo forma de que lo demostraran aunque -claro- tampoco dieron el brazo a torcer.
2. He conducido coches franceses, ingleses, alemanes, americanos, españoles, suecos... de todo menos asiáticos, especialmente chinos e indios.
3. He hecho un millón de kilómetros aproximadamente.
4. No me creo un gran conductor, pero intento respetar y no molestar a los demás.
5. Nunca he insultado ni hecho un mal gesto en la carretera.
6. Pitar y luces sí, a veces son necesarias.
7. Algunas señales o normas no se adecúan a mi estilo de conducción.
8. Otras sí, y no se adecúan al de mucha gente, pero romper esas normas no está mal visto y raro es que sancionen por ello.
9. He conducido 1500 kilómetros en un día, o 2200 en dos días.
10. He conducido por la izquierda y por la derecha, y si Roma es un cristo, India no tiene nombre. 11. Las señales son uno de los mejores ejercicios de estandarización de esta sociedad. Sólo les falta tener un espíritu más de ayuda y menos de represión. 12. Todos conocemos cientos de sitios donde si haces caso a la señal de información o prohibición te matas. 13. Todos conocemos cientos de sitios donde las señales o carreteras parecen una encerrona de tu peor enemigo más que un servicio del Estado que tanto te quiere y al que das casi la mitad de tu vida a través de los impuestos.
14. Tengo 14 puntos, aunque les joda.

Os recomiendo: http://kachoperro.blogspot.com/


 
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